viernes, 11 de enero de 2013

Adam Smith no ha muerto

Adam Smith ha resucitado y ha escrito la segunda parte de La riqueza de las naciones.
 
El inicio del libro, y siguiendo una larga tradición de los economistas británicos, se encuentra dividido en dos partes: una breve síntesis de las tesis principales que defiende la obra y un prólogo novelado en el que la mano invisible, después de estrangular a África y a América Latina, le hace un tacto rectal a la clase media del primer mundo mientras ésta sonríe y pide otro cubata en el bar del aeropuerto, antes de que salga el avión donde su descendencia se marcha a trabajar a Singapur.



El primer capítulo se abre rememorando la célebre aguja. Posteriormente, a modo de actualización del clásico episodio, analiza un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Kingston, que revela que las universidades reciben anualmente entre 103 y 355 millones de libras (126 y 436 millones de euros) procedentes de actividades ligadas al sexo, desde bailes eróticos o barras americanas a servicios de compañía o prostitución.
Su análisis compara el beneficio que genera el sexo frente al déficit continuo de todo tipo de enseñanza regularizada. Su opción resulta a todas luces evidente: hay que privatizar la educación y nacionalizar el sexo.

El epílogo corre a cargo de José Ignacio Wert.
Más información en http://www.facebook.com/pages/Misterios-e-historia-de-Andaluc%C3%ADa/130892296987334

El alumnado debe hacer una lectura en profundidad de este nuevo clásico de la literatura económica y entregar un breve análisis (no superior a 50 páginas con letra Times New Roman con interlineado sencillo) sobre las principales aportaciones teóricas y sus posibles aplicaciones en la economía del Tercer Mundo.

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